sábado, 3 de abril de 2010

PÉSAMES Y TARJETAS

Tras el funeral, no fuerce la situación para dar su pésame. Los familiares no deben ser presionados al salir de la iglesia, obligándoles a recibir casi a la fuerza nuestras condolencias. Ahora bien, si la situación es oportuna, exprese su sentimiento en un tono prudente y sosegado, sin exageración.

Quienes acuden al funeral pueden depositar una tarjeta, rubricada solamente con una frase simple y cariñosa de pésame (siempre manuscrita). Esta tarjeta se deja en la mesa que se coloca en el atrio o en la entrada del templo. También a veces se pone otra mesa para tarjetas en el portal del domicilio del fallecido. La funeraria, que es quien las ha instalado, hará llegar después las tarjetas recibidas a la familia, para que las conteste.

Las tarjetas de pésame se contestan a los pocos días, con otra tarjeta que se imprime con una orla negra y cuyo texto es muy breve y sencillo, algo así como “Familia de Pedro Álvarez. Muy agradecidos”