lunes, 4 de enero de 2010

LOS MANDAMIENTOS DE UN BUEN ANFITRIÓN

Se constata que las fechas multitudinarias y ruidosas han perdido adeptos frente a la opción, considerada por muchos como más placentera, de tomar una copa o cenar en el confortable comedor de la casa de unos amigos. En un ambiente relajado y con la sensación de privacidad que cualquier domicilio particular produce, se desgranan con fluidez largas conversaciones, incluso confidencias, que en otros ámbitos serían difíciles de conseguir. Veremos en este capítulo, por tanto, distintas formulas que pueden servir de guía para salvar con éxito la prueba de “tener invitados en casa”