El regalo es un medio idóneo para añadir un toque agradable a las relaciones de negocio, evitando que la fuerza de la costumbre los convierta en rutina y buscando motivos personales para entregarlos, las empresas pueden lograr reacciones favorables en sus clientes y proveedores a través del recurso a los regalos. El auge de esta clase de obsequios es tan notable que han proliferado casas comerciales especializadas en “regalos de empresa”, que, además de ofrecer amplios catálogos con objetos y productos de todo tipo, incluso diseñan y graban determinados artículos con los símbolos identificativos del cliente.
Una diferencia fundamental los separa de los regalos privados a un nivel u otro, los de empresa son en cierta forma interesados, con independencia de que al mismo tiempo, sean detalles delicados. Precisamente el mayor problema de esta clase de regalos es que puedan ser interpretados como un intento de condicionar la voluntad de quien los recibe. Por dicha razón. Es preferible recurrir a objetos de escaso valor económico, sobre todo si se entregan a personas con quienes se esté negociando una operación comercial.
Cuándo se hacen
Las empresas pueden hacer regalos al menos en las siguientes situaciones:
- Cuando se celebran acontecimientos o fiestas generales, por ejemplo navidad, o conmemoraciones importantes en el ámbito de la propia empresa, como la inauguración de una nueva sede, la presentación de un producto, una convención o congreso, etc.
- Cuando uno de los empleados o clientes celebra una efeméride personal, cumpleaños, boda… las empresas preocupadas por su imagen y que saben cuidar las relaciones con clientes y empleados, tiene un fichero o agenda con este tipo de datos, lo que les permite tener un recordatorio en esas fechas e incluso personalizar sus regalos.
Algunas veces el regalo constituye un medio para demostrar gratitud a quien nos ha ayudado en el desarrollo de un trabajo, un viaje o una situación profesional de cualquier tipo. Sería el caso de un obsequio hecho para remunerar unas horas extraordinarias no pagadas de otro modo 8recuerde que, de todos modos, el mejor obsequio para un empleado es una gratificación) si se trata de agradecer un trabajo o un esfuerzo especial de un equipo, y que no justifique una gratificación individual a cada uno, el obsequio puede consistir en una invitación a comer en un buen restaurante.
Los regalos a superiores jerárquicos están proscritos, salvo en casos de ascensos, jubilaciones y homenajes, y aun en estas circunstancias conviene que el obsequio sea de todos los empleados.
Cuando una empresa comete un error o mal trato con un cliente, puede intentar recuperar su confianza con un regalo. Si el servicio ya fue pagado, procede efectuar un abono para devolver el pago realizado, pero a veces esto no basta y resulta necesario paliar la mala imagen creada con un obsequio de desagravio.
Pero la situación más típica para hacer regalos se da cuando simplemente se quiere conservar y mejorar las relaciones de la compañía con el destinatario del detalle. En este caso no existe un motivo concreto para realizar el regalo. La razón de hacerlos se mide a largo plazo, y no es otra que el deseo de que los contactos con el cliente se mantengan y cultiven aun más. Son un ejemplo típico de los obsequios que, con motivo de la Navidad o a fin de año, envían algunas empresas a sus mejores clientes. En las cestas navideñas es preferible (pocos artículos y buenos) que la cantidad (muchos y mediocres); las cestas han de entregarse antes de la Nochebuena
Qué se regala
En el ámbito de los regalos de empresa se ha abusado mucho de cierta clase de objetos, lo que hace muy importante insistir en la búsqueda de originalidad.
En ocasiones puede resultar correcto obsequiar con productos fabricados por la propia compañía, o relacionados con el sector en el que opera, sus servicios o el lugar geográfico donde tenga si sede. Pero un regalo de empresa nunca será un objeto o prenda personal ni tampoco una cantidad de dinero (salvo en los premios a empleados). Si el articulo grabado con la identificación de la compañía y específicamente si el logotipo es llamativo, su categoría es muy inferior a otro sin grabar, pues el primero es en realidad un soporte publicitario.
En el ámbito empresarial son frecuentes los contactos con personas de otros países, por lo que, si el obsequio se destina a un extranjero, habrá de prestarse especial atención a las costumbres y prácticas de su nación, para que el regalo no resulte ofensivo. A este respecto las bebidas alcohólicas son una opción peligrosa
Si la empresa recibe a un invitado de otra ciudad, el primer detalle de la anfitriona será un sencillo obsequio de bienvenida, que se dejara en el hotel donde se aloja la visita, con una nota de saludo. Puede ser unos bombones, unas flores, etc. Incluso una buena guía de la ciudad o de la región.
Cómo se entregan
Los regalos de empresa se entregaran de una manera discreta, acompañados de una tarjeta de la compañía o de sus directivos. Al tratarse de un detalle eminentemente formal, hay que cuidar mucho su presentación y envoltorio, escribiendo a mano una frase en la tarjeta y el nombre del destinatario en el sobre.
Es mejor enviar el obsequio al domicilio particular de la persona, y sólo cuando esto no sea posible se entregarán en el lugar de trabajo. Si es usted el jefe de un departamento y recibe un obsequio de un cliente, siempre que le sea posible, compártalo con sus empleados.
Al igual que en los regalos particulares, si están presentes quien lo entregan y quien lo recibe, este último ha de abrir el paquete en presencia del primero. Y también como en aquel ámbito, todos los regalos deben agradecerse, bien de manera personal o a través de una nota manuscrita.
Una diferencia fundamental los separa de los regalos privados a un nivel u otro, los de empresa son en cierta forma interesados, con independencia de que al mismo tiempo, sean detalles delicados. Precisamente el mayor problema de esta clase de regalos es que puedan ser interpretados como un intento de condicionar la voluntad de quien los recibe. Por dicha razón. Es preferible recurrir a objetos de escaso valor económico, sobre todo si se entregan a personas con quienes se esté negociando una operación comercial.
Cuándo se hacen
Las empresas pueden hacer regalos al menos en las siguientes situaciones:
- Cuando se celebran acontecimientos o fiestas generales, por ejemplo navidad, o conmemoraciones importantes en el ámbito de la propia empresa, como la inauguración de una nueva sede, la presentación de un producto, una convención o congreso, etc.
- Cuando uno de los empleados o clientes celebra una efeméride personal, cumpleaños, boda… las empresas preocupadas por su imagen y que saben cuidar las relaciones con clientes y empleados, tiene un fichero o agenda con este tipo de datos, lo que les permite tener un recordatorio en esas fechas e incluso personalizar sus regalos.
Algunas veces el regalo constituye un medio para demostrar gratitud a quien nos ha ayudado en el desarrollo de un trabajo, un viaje o una situación profesional de cualquier tipo. Sería el caso de un obsequio hecho para remunerar unas horas extraordinarias no pagadas de otro modo 8recuerde que, de todos modos, el mejor obsequio para un empleado es una gratificación) si se trata de agradecer un trabajo o un esfuerzo especial de un equipo, y que no justifique una gratificación individual a cada uno, el obsequio puede consistir en una invitación a comer en un buen restaurante.
Los regalos a superiores jerárquicos están proscritos, salvo en casos de ascensos, jubilaciones y homenajes, y aun en estas circunstancias conviene que el obsequio sea de todos los empleados.
Cuando una empresa comete un error o mal trato con un cliente, puede intentar recuperar su confianza con un regalo. Si el servicio ya fue pagado, procede efectuar un abono para devolver el pago realizado, pero a veces esto no basta y resulta necesario paliar la mala imagen creada con un obsequio de desagravio.
Pero la situación más típica para hacer regalos se da cuando simplemente se quiere conservar y mejorar las relaciones de la compañía con el destinatario del detalle. En este caso no existe un motivo concreto para realizar el regalo. La razón de hacerlos se mide a largo plazo, y no es otra que el deseo de que los contactos con el cliente se mantengan y cultiven aun más. Son un ejemplo típico de los obsequios que, con motivo de la Navidad o a fin de año, envían algunas empresas a sus mejores clientes. En las cestas navideñas es preferible (pocos artículos y buenos) que la cantidad (muchos y mediocres); las cestas han de entregarse antes de la Nochebuena
Qué se regala
En el ámbito de los regalos de empresa se ha abusado mucho de cierta clase de objetos, lo que hace muy importante insistir en la búsqueda de originalidad.
En ocasiones puede resultar correcto obsequiar con productos fabricados por la propia compañía, o relacionados con el sector en el que opera, sus servicios o el lugar geográfico donde tenga si sede. Pero un regalo de empresa nunca será un objeto o prenda personal ni tampoco una cantidad de dinero (salvo en los premios a empleados). Si el articulo grabado con la identificación de la compañía y específicamente si el logotipo es llamativo, su categoría es muy inferior a otro sin grabar, pues el primero es en realidad un soporte publicitario.
En el ámbito empresarial son frecuentes los contactos con personas de otros países, por lo que, si el obsequio se destina a un extranjero, habrá de prestarse especial atención a las costumbres y prácticas de su nación, para que el regalo no resulte ofensivo. A este respecto las bebidas alcohólicas son una opción peligrosa
Si la empresa recibe a un invitado de otra ciudad, el primer detalle de la anfitriona será un sencillo obsequio de bienvenida, que se dejara en el hotel donde se aloja la visita, con una nota de saludo. Puede ser unos bombones, unas flores, etc. Incluso una buena guía de la ciudad o de la región.
Cómo se entregan
Los regalos de empresa se entregaran de una manera discreta, acompañados de una tarjeta de la compañía o de sus directivos. Al tratarse de un detalle eminentemente formal, hay que cuidar mucho su presentación y envoltorio, escribiendo a mano una frase en la tarjeta y el nombre del destinatario en el sobre.
Es mejor enviar el obsequio al domicilio particular de la persona, y sólo cuando esto no sea posible se entregarán en el lugar de trabajo. Si es usted el jefe de un departamento y recibe un obsequio de un cliente, siempre que le sea posible, compártalo con sus empleados.
Al igual que en los regalos particulares, si están presentes quien lo entregan y quien lo recibe, este último ha de abrir el paquete en presencia del primero. Y también como en aquel ámbito, todos los regalos deben agradecerse, bien de manera personal o a través de una nota manuscrita.