martes, 1 de septiembre de 2009

EL BESO EN LA MEJILLA

Una forma de saludo cordial e intima, utilizada con frecuencia al encontrarse con personas allegadas, es el intercambio de besos en la mejilla. Sobre esta modalidad conviene dictar algunas recomendaciones, guiadas, como siempre, por un principio de prudencia:

1. En primer lugar, si el saludo es entre hombre y mujer, será esta quien, en uno de las facultades generales de preferencia que le corresponden, decida si desea un saludo con beso en la mejilla, en el dorso de la mano o simplemente, con un suave apretón de manos. Quiere esto decir que un hombre nunca se adelantará en el saludo, a besar a una mujer si ella no hace previamente un gesto que lo facilite. La cautela siempre aconseja que no nos arroguemos confianzas que nadie nos ha dado.

2. En segundo, si se trata de un saludo entre hombres, nada impide que se rocen levemente las mejillas. El beso entendido como contacto de los labios con la cara, se practica en pocos casos fuera del ámbito familiar. En cambio, entre las mujeres está muy generalizado el beso como saludo.

3. En todos los casos de beso, ya sea en el dorso de la mano o en la mejilla, no olvide que este ha de ser seco y silencioso, casi imperceptible. El beso en la mejilla suele ser doble en España y en muchos países de Europa, pero no es norma general a todo el mundo: en Francia Rusia y algunos países orientales llega a ser triple, mientras que en estados Unidos e Hispano América es un solo beso. Es importante recordarlo sí, por ejemplo, nos encontramos en argentina o México, pues quedaremos con el rostro expuesto en una posición extraña así esperamos un beso de respuesta que no llega.

4. La prudencia ha de ser siempre la norma a seguir en caso de duda, lo cual es aún más claro en una circunstancia como el beso, que para muchas personas, significa un grade de confianza e intimidad que no se desea tener con todos los que les saludan. si no estamos seguros de que el beso en la mejilla será tomado como un saludo natural, es mayor abstenerse y conformarse con un clásico apretón de manos. Por la misma razón de prudencia, no es aconsejable besar a una persona que nos acaben de presentar. Y prestemos siempre mucha atención a las circunstancias de cada caso, una mujer cuidadosamente maquillada quizá no quiera que le saludemos con un beso en la mejilla.


Es frecuente también utilizar el apretón de manos para el saludo inicial entre hombre y mujer, y el beso en la mejilla como despedida, por suponer que la charla les ha permitido ya adquirir un cierto nivel de confianza. Convenciones sociales aparte, las estadísticas muestran que los hombres son más propensos al abrazo (y, en general, a formas “fuertes” de saludo), mientras que las mujeres, sobre todo entre ellas, prefieren un intercambio de besos en la mejilla.