El pantalón masculino debe ir acompañado siempre de sus correspondientes calcetines (lo bastante largos para que en ningún momento se vea la pierna), que solo son prescindibles con un calzado deportivo o totalmente informal como náuticos, playeras o alpargatas.
Los calcetines blancos se admiten si son de algodón y se utilizan para hacer deporte. Con prendas de sport son también habituales los modelos de rombos, que originariamente se llevaban con las faldas escocesas y con el mismo dibujo de sus característicos cuadros pero colocados al bies.
Con trajes formales, lo indicado es un calcetín oscuro (casi siempre negro, aunque en algunos casos puede ser azul marino, gris o marrón), entonado con el traje. En principio deberá ser del mismo color que el zapato.
Además del color es importante el material en que están confeccionados los calcetines. Para indumentaria de etiqueta deben ser de hilo o seda, mientras que para vestir pueden utilizarse otras fibras, aunque siempre con texturas finas (no transparentes). Con ropa urbana de sport se admiten tejidos más gruesos. En todo caso, es mejor llevar un calcetín más grueso con un traje formal, que un calcetín fino con ropa informal.
Desde hace algunos años está en boga el uso de los calcetines largos o mini medias conocidos como “ejecutivos” que, ante el frecuente empleo del pantalón por parte de la mujer, se han convertido en la práctica en una prenda unisex.
Además de calcetines, y como prenda exclusiva suya, la mujer, con faldas y vestidos, usa medias altas o pantis, que para vestir deben ser siempre de textura fina. La mujer empezó a utilizar medias a partir del siglo VIII, pero las medias – calzas femeninas no fueron una prenda muy habitual ya que ellas no enseñaban nunca las piernas. La media se revoluciono con la invención de la fibra fina y transparente, que la convirtió en una pieza fina y transparente bajo la cual se podían lucir las piernas.
Las medias son imprescindibles como complemento de cualquier vestido, salvo en épocas o lugares de mucho calor. Aun así, incluso en verano un vestido de etiqueta o un traje para una ocasión formal debe acompañarse con medias, que serán sin refuerzo en la puntera y el talón si el calzado que se lleva es una sandalia o un zapato abierto.
Con indumentarias de vestir, las medias deben ser finas, transparentes y en colores clásicos, bien suaves (hueso, cerne humo) o bien en negro.
La fragilidad de las medias finas hace recomendable, en especial para mujeres que pasen mucho tiempo fuera de casa, tener un recambio a mano puesto que una carrera o un enganche es de pésimo gusto.
Los calcetines blancos se admiten si son de algodón y se utilizan para hacer deporte. Con prendas de sport son también habituales los modelos de rombos, que originariamente se llevaban con las faldas escocesas y con el mismo dibujo de sus característicos cuadros pero colocados al bies.
Con trajes formales, lo indicado es un calcetín oscuro (casi siempre negro, aunque en algunos casos puede ser azul marino, gris o marrón), entonado con el traje. En principio deberá ser del mismo color que el zapato.
Además del color es importante el material en que están confeccionados los calcetines. Para indumentaria de etiqueta deben ser de hilo o seda, mientras que para vestir pueden utilizarse otras fibras, aunque siempre con texturas finas (no transparentes). Con ropa urbana de sport se admiten tejidos más gruesos. En todo caso, es mejor llevar un calcetín más grueso con un traje formal, que un calcetín fino con ropa informal.
Desde hace algunos años está en boga el uso de los calcetines largos o mini medias conocidos como “ejecutivos” que, ante el frecuente empleo del pantalón por parte de la mujer, se han convertido en la práctica en una prenda unisex.
Además de calcetines, y como prenda exclusiva suya, la mujer, con faldas y vestidos, usa medias altas o pantis, que para vestir deben ser siempre de textura fina. La mujer empezó a utilizar medias a partir del siglo VIII, pero las medias – calzas femeninas no fueron una prenda muy habitual ya que ellas no enseñaban nunca las piernas. La media se revoluciono con la invención de la fibra fina y transparente, que la convirtió en una pieza fina y transparente bajo la cual se podían lucir las piernas.
Las medias son imprescindibles como complemento de cualquier vestido, salvo en épocas o lugares de mucho calor. Aun así, incluso en verano un vestido de etiqueta o un traje para una ocasión formal debe acompañarse con medias, que serán sin refuerzo en la puntera y el talón si el calzado que se lleva es una sandalia o un zapato abierto.
Con indumentarias de vestir, las medias deben ser finas, transparentes y en colores clásicos, bien suaves (hueso, cerne humo) o bien en negro.
La fragilidad de las medias finas hace recomendable, en especial para mujeres que pasen mucho tiempo fuera de casa, tener un recambio a mano puesto que una carrera o un enganche es de pésimo gusto.