martes, 27 de octubre de 2009

GUANTES

Es una prenda hoy accesoria y poco utilizada, salvo cuando hace frio o en ocasiones muy solemnes, pero que tuvo antiguamente mucha importancia por su simbolismo y su lenguaje, procedentes del poder de la mano a la que cubren y de la protección que representan.

Quitarse los guantes al saludar (deber del que están dispensadas las mujeres) es un gesto de cortesía que tiene su origen en la época medieval, y cuyo significado inicial era de confianza: el hombre que mostraba sus manos desnudas hacia ver que estaba desarmado. Entre la elegancia y la higiene, lo cierto es que a principios del siglo pasado ninguna persona de buena educación salía a la calle sin guantes, ni siquiera los niños.

El patrón de guante no ha variado prácticamente en toda su historia, salvo en longitud. Hoy se utilizan sobre todo en piel, ante, lana o tejidos sintéticos. Los de piel suelen ir forrados y son más formales. Los tejidos en lana y las manoplas sólo se admiten con indumentaria de sport. La mujer, con traje de máxima etiqueta y si el vestido deja los brazos al aire, puede llevar guantes largos, como los antiguos “amadis” en seda, satén o terciopelo.