domingo, 18 de octubre de 2009

CHAQUÉ

El chaqué es la prenda de día más ceremoniosa del vestuario masculino y, por ello, se utiliza sólo en contadas ocasiones. Estrenado en el siglo XIX como atuendo para montar a caballo, en la corte británica era negro, con chaleco a juego y pantalón a rayas. Con los años, el chaqué gris se ha ido imponiendo, aunque el negro sigue siendo más ceremonioso.

A lo largo de todo el siglo XX, ambos colores (negro y gris) han librado una singular batalla por la primacía, aunque parece que el gris, menos solemne, se mantiene en la primera posición. Aun así, existe para las bodas una antigua regla de etiqueta según la cual solo el novio y algunos invitados relevantes (el padrino, por ejemplo) pueden ir de gris, todos los demás deben ir de negro.

La chaqueta tiene su parte delantera más corta y curvada, de modo que termina en faldón por atrás (este diseño permitía a los jinetes una notable comodidad cuando llevaban los pies en los estribos) A principios del siglo XX, la chaqueta comenzó a abrocharse a la altura de la cintura con un doble botón a modo de gemelo: un botón en cada uno de los extremos de una cadenita corta.

El chaleco puede ser beige o gris perla (en todo caso, liso), de una fila o cruzado. La camisa será siempre de color blanco y con cuello duro, aunque no necesariamente almidonada. La corbata tiene un tono gris plateado y se sujeta a la camisa con un alfiler rematado con cabeza de perla; es de nudo normal, no de pajarita. Para entierros y actos fúnebres, es habitual que el chaleco y corbata sean de color negro. En cuanto a la corbata, comienzan a verse chaqués con modelos discretamente estampados en tonos oscuros.

El chaqué se completa con un pantalón de finas rayas verticales, negras y grises, sin vuelta, y zapatos negros de piel, sin dibujos y con cordones. Los calcetines de seda o hilo negros.

El sombrero de copa o chistera, complemento clásico del chaqué, está en desuso. Los guantes a juego y un buen bastón, eran los accesorios tradicionales de esta prenda.

Es importante decir que sobre el chaqué no pueden prenderse medallas ni condecoraciones.

Hoy en día, las ocasiones en que un hombre puede llevar chaqué suelen enumerarse entre las más importantes de su vida: probablemente su boda, tal vez una recepción oficial…. En España se ven chaqués en bastantes actos, quizá porque recurrir a esta prenda supone realzar la categoría de aquellos. En cualquier caso, y como ya se dijo, sólo deben vestirse en horario diurno y hasta media tarde (por algo se le conoce como el “morning coat” en el ámbito anglosajón). Los ortodoxos de la etiqueta consideran que la frontera horaria que delimita el uso del chaqué en relación a la del frac son las 19 horas, aunque el frac se ha visto en algunos actos matinales o al mediodía si asiste el jefe de Estado, por entenderse que su rango requiere la mayor gala.