La combinación de las prendas se basa, en primer lugar en su colorido, cuestión en la que, además del gusto personal y las modas, intervienen los condicionantes culturales. Por ejemplo, los hombres tenderán siempre a colores más oscuros y discretos. Las mujeres, por su parte, tiene el problema inverso: admiten cualquier color y cualquier combinación cromática, por lo que con frecuencia la dificultad para ellas estriba en decidirse entre las numerosas posibilidades existentes.
Veamos cómo utilizar los colores más habituales:
- En los hombres el negro combina bien con casi todos los colores, aunque puede dar algún problema con los más oscuros, como el azul marino o el marron.es el color del luto y la etiqueta más estricta (frac, chaqué, smoking), pero se utiliza menos en la actividad ordinaria, por su extremada seriedad. Para las mujeres es, sin embargo, una de las soluciones más habituales en cualquier ocasión, no solo por lo fácil que resulta combinarlo, sino también por si efecto estabilizador.
- El marrón es uno de los más difíciles de combinar, sobre todo en la indumentaria masculina, salvo que se conjugue con su familia más clara (canela, arena) o con algunos verdes. Nunca llego a convertirse en un color propio de un traje masculino serio, donde perdió claramente la batalla con azules y grises. No es el caso de las mujeres, quienes, en uso de su libertad cromática, tiene al marrón como uno de los colores fundamentales en su ropero.
- El gris es el color clásico y serio por antonomasia. No casa bien con algunos tonos de marrón, pero si, con el negro y con el azul, así como con determinadas tonalidades de verde y con el granate.
- El azul marino es una de las opciones tradicionales y siempre seguras. Presenta ciertas dificultades para combinar con los verdes, pero va bien con los rojizos y con tostados claros como el beige. Es perfecto con toda la gama de grises.
- El blanco es un comodín, que solo da problemas si se pretende combinar con los tonos más claros de cualquier otro color. Para prendas exteriores solo es propio de mujeres. Existen modelos de chaquetas de smoking masculino en color blanco, pero son muy poco comunes.
La combinación de colores es también la base para conjugar estampados. Los dibujos que más se prestan a la coordinación son los menos marcados y los de motivos pequeños como lunares o topos.
Otro aspecto a tener en cuenta son los tejidos, hasta el punto de que la tela puede llegar por si misma a definir totalmente una prenda. En el mundo en que los adelantos técnicos abren toda clase de posibilidades, siguen siendo preferibles los tejidos d fibras naturales a los sintéticos. Hay que recordar, eso sí, que una prenda de fibras naturales requiere más cuidados (plancha o limpieza en seco, por lo pronto) que una de fibras sintéticas; entre los inconvenientes de estas últimas cabe citar los brillos artificiales que suelen producir y la acumulación de olores.
Fondo de armario
Se denomina así al conjunto de prendas básicas que, adecuadamente combinadas con otras secundarias y con complementos diversos, permiten a una persona disponer de una indumentaria para las necesidades de cada momento.
El “fondo de armario” dependerá de la actividad que desarrolle la persona, de su trabajo y tipo de relaciones sociales, de la manera en que ocupe su tiempo libre, etc. Pero, en cualquier caso, es preferible que estas prendas básicas sean de buena calidad, tanto en sus materiales como en su confección, y de un estilo más bien clásico para que resistan el paso de tiempo sin quedar desfasadas. Algunos complementos sabiamente elegidos bastarán para ponerlas al día. Por supuesto, deberán estar siempre a punto para su uso, es decir, limpias, planchadas, sin botones caídos…
Veamos cómo utilizar los colores más habituales:
- En los hombres el negro combina bien con casi todos los colores, aunque puede dar algún problema con los más oscuros, como el azul marino o el marron.es el color del luto y la etiqueta más estricta (frac, chaqué, smoking), pero se utiliza menos en la actividad ordinaria, por su extremada seriedad. Para las mujeres es, sin embargo, una de las soluciones más habituales en cualquier ocasión, no solo por lo fácil que resulta combinarlo, sino también por si efecto estabilizador.
- El marrón es uno de los más difíciles de combinar, sobre todo en la indumentaria masculina, salvo que se conjugue con su familia más clara (canela, arena) o con algunos verdes. Nunca llego a convertirse en un color propio de un traje masculino serio, donde perdió claramente la batalla con azules y grises. No es el caso de las mujeres, quienes, en uso de su libertad cromática, tiene al marrón como uno de los colores fundamentales en su ropero.
- El gris es el color clásico y serio por antonomasia. No casa bien con algunos tonos de marrón, pero si, con el negro y con el azul, así como con determinadas tonalidades de verde y con el granate.
- El azul marino es una de las opciones tradicionales y siempre seguras. Presenta ciertas dificultades para combinar con los verdes, pero va bien con los rojizos y con tostados claros como el beige. Es perfecto con toda la gama de grises.
- El blanco es un comodín, que solo da problemas si se pretende combinar con los tonos más claros de cualquier otro color. Para prendas exteriores solo es propio de mujeres. Existen modelos de chaquetas de smoking masculino en color blanco, pero son muy poco comunes.
La combinación de colores es también la base para conjugar estampados. Los dibujos que más se prestan a la coordinación son los menos marcados y los de motivos pequeños como lunares o topos.
Otro aspecto a tener en cuenta son los tejidos, hasta el punto de que la tela puede llegar por si misma a definir totalmente una prenda. En el mundo en que los adelantos técnicos abren toda clase de posibilidades, siguen siendo preferibles los tejidos d fibras naturales a los sintéticos. Hay que recordar, eso sí, que una prenda de fibras naturales requiere más cuidados (plancha o limpieza en seco, por lo pronto) que una de fibras sintéticas; entre los inconvenientes de estas últimas cabe citar los brillos artificiales que suelen producir y la acumulación de olores.
Fondo de armario
Se denomina así al conjunto de prendas básicas que, adecuadamente combinadas con otras secundarias y con complementos diversos, permiten a una persona disponer de una indumentaria para las necesidades de cada momento.
El “fondo de armario” dependerá de la actividad que desarrolle la persona, de su trabajo y tipo de relaciones sociales, de la manera en que ocupe su tiempo libre, etc. Pero, en cualquier caso, es preferible que estas prendas básicas sean de buena calidad, tanto en sus materiales como en su confección, y de un estilo más bien clásico para que resistan el paso de tiempo sin quedar desfasadas. Algunos complementos sabiamente elegidos bastarán para ponerlas al día. Por supuesto, deberán estar siempre a punto para su uso, es decir, limpias, planchadas, sin botones caídos…