El teléfono se ha convertido desde hace años un compañero insustituible de nuestro trabajo y casi también de nuestra vida privada. C. todas las personas hacemos y recibimos al menos varias llamadas al día y, sin embargo, no siempre que recurrimos a este medio de comunicación cumplimos las normas básicas de cortesía con nuestro interlocutor.
El teléfono es un instrumento muy útil para entrar en contacto rápidamente con personas que se encuentran en lugares lejanos, lo que compensa con creces su supuesta frialdad. Sin embargo, el hecho de que no estén físicamente presentes las personas que se hablan no excusa la observancia de ciertas reglas de buena educación. Más bien es el contrario: las especiales características de la comunicación telefónica imponen notables condicionantes al comportamiento de sus usuarios.
El teléfono es un instrumento muy útil para entrar en contacto rápidamente con personas que se encuentran en lugares lejanos, lo que compensa con creces su supuesta frialdad. Sin embargo, el hecho de que no estén físicamente presentes las personas que se hablan no excusa la observancia de ciertas reglas de buena educación. Más bien es el contrario: las especiales características de la comunicación telefónica imponen notables condicionantes al comportamiento de sus usuarios.