miércoles, 22 de septiembre de 2010

LA INDUMENTARIA

Si hay una imagen que simbolice las bodas, ésta es la de la novia vestida de blanco. Desde hace doscientos años el color tradicional del vestido nupcial de las novias ha sido el blanco, símbolo de pureza, y la seda y los encajes sus tejidos típicos. El complemento clásico es el velo (con un origen oriental que se remonta al menos 4000 años atrás) se conserva también en nuestros días la tradición de que la novia porte un pequeño ramo de flores en sus manos. Estas han de elegirse de modo que armonicen con su vestido, motivo por el cual se suele recurrir a las flores blancas o amarillas. En tiempos pasados, el ramo de la novia había de ser forzosamente de flor de azahar, que representaba la inocencia y la pureza. Hoy se considera suficiente con que se trate de flores blancas: lirios, gardenias, rosas blancas etc.

Por lo que se refiere al novio, vestirá los supuestos más formales chaqué o frac (más común el primero) en ambos casos sin sombrero. Y aunque vea a los americanos utilizarlo, por favor no usar el smoking. Si no se desea etiqueta, utilizar un traje clásico, serio y oscuro. Militares y diplomáticos se pueden casar a veces de uniforme, contribuyendo así a hacer más vistosa la ceremonia.

En cuanto a los invitados, es norma conocida que ninguna mujer vista enteramente de blanco, privilegio que se reserva a la novia, y que los escotes y las joyas sean prudentes, considerándose de mal gusto la exhibición o alarde de piedras preciosas. Si alguna invitada porta sombrero, será también discreto. Los hombres vestirán traje oscuro. Si el novio viste chaqué, el padrino llevará igual prenda. Cuando existan damas de honor y pajes, la novia intervendrá en la elección del modelo, tela y color de sus vestidos, con el fin de que hagan juego con el suyo.