El gran desarrollo experimentado en los últimos años por las comunicaciones y los medios de transporte ha hecho que los viajes, en otro tiempo un privilegio reservado a una minoría, sean hoy una práctica habitual tanto por razones de trabajo como por simple placer, constituyendo una ocasión para el contacto y las relaciones sociales con personas cuyas costumbres y culturas, son a menudo, diferentes a las nuestras.
Desde la perspectiva del saber estar, la recomendación más importante es la que aconseja adaptarse a las reglas del lugar donde se esté en cada momento. “allá donde fueres, haz lo que vieres”, dice el refrán español con acierto. Y ello sin olvidar que cuando uno está fuera de su país se convierte en un auténtico embajador de su propia tierra y cultura, de la que los demás se formarán un juicio a partir de nuestros modales.
Como norma general, se expresará interés y aprecio por las costumbres locales. Por ejemplo, no negándose a probar un alimento típico, no haciendo comentarios críticos (menos aún despectivos) sobre la historia, las costumbres o el sistema político de la nación donde uno esté. Es también una descortesía hacer comparaciones desfavorables, dejando en peor lugar al país que nos acoge.
Desde la perspectiva del saber estar, la recomendación más importante es la que aconseja adaptarse a las reglas del lugar donde se esté en cada momento. “allá donde fueres, haz lo que vieres”, dice el refrán español con acierto. Y ello sin olvidar que cuando uno está fuera de su país se convierte en un auténtico embajador de su propia tierra y cultura, de la que los demás se formarán un juicio a partir de nuestros modales.
Como norma general, se expresará interés y aprecio por las costumbres locales. Por ejemplo, no negándose a probar un alimento típico, no haciendo comentarios críticos (menos aún despectivos) sobre la historia, las costumbres o el sistema político de la nación donde uno esté. Es también una descortesía hacer comparaciones desfavorables, dejando en peor lugar al país que nos acoge.